La regla de los cuatro regalos
La regla de los cuatro regalos y el síndrome del niño hiper-regalado.
Durante la temporada navideña siempre hay un gran gasto en juguetes y regalos para los pequeños del hogar, gente de todas las clases sociales se vuelca sobre los comercios buscando el mejor regalo para sus hijos de acuerdo a sus posibilidades.
Te has puesto a pensar ¿cuánto gastas en regalos durante esta temporada? ¿los regalos o juguetes de años anteriores han servido a tus hijos? ¿Cada juguete ha cumplido un buen objetivo en su desarrollo o solo han sido regalos novedosos para el momento?
La regla de los cuatro regalos es una forma de hacer compras sensatas si no queremos saturar a nuestros hijos de juguetes y cosas que no utilizarán o de las que se aburrirán pronto. Esta regla limita el número de regalos y pone fin a los regalos sin sentido y propone regalar:
- Una prenda de ropa: zapatos, chaqueta, pijamas, etc,
- Algo para leer: un libro o un cuento que pueda gustarles.
- Algo que realmente necesiten: como una mochila nueva para la escuela, colores, etc.
- Algo que deseen: como ese juguete que han pedido en todas sus cartas a Santa Claus.
Muchos de los niños reciben durante la Navidad más regalos de los que necesitan o aprecian, es cuando surge el síndrome del niño hiperregalado.
Esta tendencia se presenta muchas veces cuando uno o ambos padres trabajan a tiempo completo y pretenden compensar con regalos el tiempo que no pasan con sus hijos. Esto provoca que los niños no aprecien los juguetes que reciben, pierdan la ilusión, y se vuelvan caprichosos, egoístas y consumistas.
Un exceso de juguetes provoca en los niños:
- Bajo nivel de tolerancia a la frustración.- Padres que dan a sus hijos todo lo que piden sin explicarles el sacrificio y esfuerzo que han hecho para darles el regalo convierte a los niños en personas egocéntricas, que creen merecerlo todo. Los niños no desarrollan su capacidad para lidiar con los reveses y la frustración, algo esencial en la vida.
- Sobreestimulación.- Los niños reciben tantos juguetes que son incapaces de disfrutarlos, de prestarles atención y dedicar tiempo a jugar con cada uno, acaban centrándose en uno y el resto los olvidan y desaprovechan.
- Limita la fantasía.- Hay muchos juguetes que están orientados al desarrollo de sus habilidades motoras y cognitivas, sin embargo, demasiados juguetes provocan aburrimiento y acaban con la fantasía. También es posible jugar sin juguetes, cuando no hay un guion es cuando más pueden desarrollar su creatividad, y eso a los niños les encanta, sobre todo cuando comparten ese tiempo con sus padres.
- Desarrolla antivalores.- Al recibir demasiados regalos, estos pierden valor para los niños, ya que no comprenden su importancia ni el esfuerzo que han hecho quienes se los han regalado. Esto puede provocar en ellos comportamientos egoístas y consumistas.
Vivimos tiempos difíciles, a pesar de la crisis la gente quiere seguir regalando, sin embargo es bueno que nuestros hijos comprendan que no todos tenemos las mismas oportunidades y privilegio, qué hay quienes no reciben nada, así que pueden donar y compartir de sus juguetes con los que tienen poco o no tienen nada.
Y recodar lo más importante, la cultura del regalo en esta temporada, viene del mayor regalo que Dios nos pudo dar.
Navidad significa nacimiento, y está fecha es la conmemoración del nacimiento de Cristo, quien es amor y por amor se dio a nosotros.
Si logramos hacer que nuestros hijos comprendan que la esencia de la Navidad es más importante que el regalo, habremos hecho una gran tarea.
“Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”
Lucas 2:11
Profra. Nohemí Galván Elizondo
Escuela Normal Miguel F. Martinez
Monterrey
Secretaría de Educación Pública
Maestra