La savia de mi pueblo por la mia.

La savia de mi pueblo por la mia.

“Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia
delante de él” (Ester 2:9)
Ester, una mujer que se caracterizaba por ser obediente, paciente, determinada,
sabia para hacer las cosas y que tenía amor por su pueblo; su historia se encuentra
en el antiguo testamento y su nombre significa estrella.
Ester demostró obediencia al no manifestar su decendencia ni nación, esto como
indicaciones de su primo Mardoqueo quien le había dado su educación; pues ella
ya había obtenido privilegios por la gracia que tuvo ante Hegai y todos los que la
veían.
La palabra obedecer más que realizar las acciones de una persona que manda es,
según el significado hebreo, oír y responder apropiadamente. Entonces, podemos
ver que Ester además de ser obediente fue prudente al seguir los consejos de su
primo. En la actualidad, la mayoría de las mujeres necesitan aplicar estas
características por su propio bien y el de las personas que las rodean, así
actuaremos positivamente.
El pueblo estaba en cautiverio y como Aman quería exterminar a los judíos,
persuadía al rey abogando que las leyes del pueblo judío eran diferentes y no
beneficiaban al rey, entonces el rey autorizo un decreto y lo sello con su anillo. En
el presente debemos observar para poder descubrir qué tipo de cautiverio tienen las
familias y en ocasiones que problemáticas los afectan, podemos enunciar
desacuerdos entre la pareja, problemas financieros, divorcio, riñas entre hermanos,
adicciones, entre otros. Si observamos con paciencia y accionamos con sabiduría
por amor al prójimo, tendremos la certeza que la afectación será favorable.
La aflicción de Mardoqueo al enterarse del decreto que se promulgaba “rasgó sus
vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza”. Al enterarse Ester tuvo un gran dolor y le
mando ropa, pero Mardoqueo la rechazó, pues creía que la vida de Ester tenía un
propósito definido. Cada persona tiene un propósito en la vida, una función que
realizar, pues no estamos por casualidad y yo diría que tendremos que comenzar
preocupándonos por las personas que nos rodean, de qué manera podemos ayudar
y apoyar. Una de las formas para apoyar es derramando nuestras lagrimas al
creador, postrándonos y suplicando como intercesoras por cada problema o
necesidad; así también presentando nuestro cuerpo en ayuno. Se necesita que
veamos las problemáticas ajenas como si fueran nuestras.
Afloran los temores de Ester al tener conocimiento de lo que le estaba pidiendo
Mardoqueo, que intercediera por su pueblo; pues todos los siervos sabían que, si
no eras llamado por el rey y te presentabas ante él, era la muerte segura. Excepto
aquel que hallara gracia ante él y así le extendiera su cetro.
Al exponer sus temores a su primo es requerida por él y le dice “respiro y liberación
tendrán los judíos de otra parte” o sea si tu no intervienes Dios usará otro medio.
Ester tuvo que confrontar sus temores y tomar una decisión de la cual dependía el
futuro de su pueblo, en este momento se puede observar la valentía y determinación
de Ester al exponer su vida por su gente.
Entonces, que podríamos decir de nosotras como mujeres que tenemos que
enfrentar en primer lugar nuestros temores y comenzar a restaurar nuestra vida,
familia y sociedad. No importando cual sea el costo que tengamos que pagar
tenemos que ser determinantes; pues en estos tiempos tenemos que confrontar a
los que nos rodean aun a sabiendas que ocasionará incomodidad y disgusto. Dios
siempre cuidará a sus hijos y seria triste que nosotras no dejáramos que Dios
cumpliera sus designios por medio nuestro.
Cuando pongas las necesidades de los demás antes que las tuyas ten la seguridad
que obtendrás la gracia de Dios y él te respaldara, nunca pierdas tu confianza (fe)
en él, “Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él”
¿Qué culminación se obtuvo?, el hecho de depender de la soberanía de Dios trae
consigo buenos resultados “Los Judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra.”
En la actualidad se necesitan mujeres obedientes, pacientes, determinadas y sabias
para poder marcar la diferencia en su persona, familia y sociedad.

Pastora Alma Delia Rodríguez

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