La mujer, la política y la Biblia.
La Mujer, la Política y la Biblia.
La Revista Forbes México en su publicación del mes de mayo de año 2017 dio a conocer que “El siglo XXI fue declarado por la ONU como el siglo de la mujer”; así la sociedad empieza a ser modelada en la idea de que “la normalidad en el siglo XXI es que la mujer consolide su participación en la fuerza productiva, así como en los espacios de decisión en todos los ámbitos”. Una declaración alentadora para toda mujer con deseos de trascender más allá de su encomienda más importante “formadora de hijos e hijas, futuros de hombres y mujeres que impactaran a la sociedad al desempeñar sus roles dentro de la misma.
¿Qué dice la Biblia sobre el papel de la Mujer en la vida política y sobre ocupar espacios de liderazgo en el gobierno? En sí la Biblia no dice claramente sobre este aspecto en la vida de la mujer. Sabemos que vivimos en un tiempo en donde las diferentes corrientes de pensamiento han establecido un escenario favorable para que la mujer participe en las decisiones de la vida de pueblos y naciones.
Por eso resulta imprescindible para toda mujer que sustentan su vida en la fe en el Dios Eterno conocer e interiorizar en su corazón y mente lo que Dios espera de nuestra misión en la vida. Resulta de gran interés analizar la vida de una gran mujer judía Débora, a quién la Biblia menciona ocupó el cargo de Juez en Israel (libro de Jueces). Veamos el contexto en el cual Dios le brinda a Débora la oportunidad de servir a su nación.
Josué llevó al pueblo judío a la Tierra de Israel, la conquistaron y la dividieron entre las Doce Tribus. Cuando la nación comenzó a asentarse y acomodarse en la Tierra, los cananitas continuaban viviendo allí. Como no habían sido erradicados por completo, influyeron sobre los judíos llevándolos a hacer idolatría y a alejarse de Dios. Se estableció un ciclo en el que el pueblo judío se desviaba del camino y Dios les enviaba señales a través de la opresión de las naciones circundantes. Entonces los judíos clamaban a Dios, se arrepentían y finalmente surgía un juez/líder para salvarlos tanto militar como espiritualmente.
Los hijos de Israel volvieron a hacer lo que era malo ante los ojos de Dios… y Dios los entregó a manos de Javín, el rey de Canaán, quien gobernaba en Hazor. El general de su ejército era Sisará, que habitaba en Haroset Goim. Los Hijos de Israel clamaron a Dios porque él [Sisará] tenía 900 carrozas de acero y durante 20 años oprimió con exceso a los Hijos de Israel. (Jueces 4:1-3)
Esta era la tercera etapa del ciclo de sufrimiento/arrepentimiento/juez, y en este momento surgió Débora como la salvadora.
La posición de juez era atípica para una mujer. De hecho, de acuerdo con la Biblia, las mujeres normalmente no habían actuado como jueces. Dado que son las responsables de construir la esencia moral y espiritual de los individuos de la sociedad, no se alienta a las mujeres a desarrollar el extremo desapego emocional necesario para poder juzgar en una corte de justicia. Entonces, ¿por qué Débora fue una excepción?¿Qué había de especial en Débora para que fuera elegida como jueza para Israel y profeta en ese entonces.
Débora era profetiza, es decir una mujer calificada para recibir profecía del Espíritu Divino sumamente sabia, sabía mucha Torá (establecía todas las leyes que regían las relaciones civiles del pueblo de Israel), tenía un carácter ejemplar y estaba gobernada exclusivamente por su naturaleza espiritual y no por sus deseos físicos. Este fue el nivel al que llegó Débora, y en este caso ella era la más calificada para la tarea.
El nombre Débora viene de la raíz daled, bet y reish, las letras de dibur, significa: habla. Débora debió haber sido una excelente oradora. Débora también significa abeja. Quizás para combatir los insultos punzantes de Iavín y Sisera, hacía falta una persona que fuera capaz de usar el habla apropiadamente junto con un elemento punzante (como el aguijón).
Débora significa también líder o gobernante. Las aptitudes de liderazgo de Débora, junto con su capacidad de oratoria, fueron los rasgos perfectos para una profetiza, líder nacional, jueza e incluso experta militar.
El duro tormento con el que los cananitas oprimieron a Israel fue de naturaleza espiritual, una humillación de burlas e insultos. Débora tuvo una capacidad especial para guiar a su pueblo para salir de ese exilio particular. Ella tenía una capacidad única para restaurar su sentido de identidad con su capacidad para nutrirlos y elevarlos.
Otro rasgo de Débora lo encontramos en su rol de esposa de Lapidot:
El esposo de Débora no era instruido. Ella le dijo: “Déjame hacer pábilos para que lleves al Tabernáculo en Shiló; tu porción estará entre los rectos y ameritarás el Mundo Venidero”. Hizo pábilos gruesos para aumentar su luz, de allí que su nombre era Lapidot (antorchas).
Lapidot era un hombre de la tierra, orientado hacia lo físico, sin grandes proezas intelectuales ni espirituales, con sabiduría Débora se enfocó en las fortalezas de su marido. Ella posibilitó su desarrollo, dirigiéndolo con sabiduría para que fuese recto dentro de sus posibilidades.
Este fue el método del liderazgo de Débora, hacerlo de manera femenina y sutil, percibiendo las necesidades de las personas. Con respecto a la nación en general, ella reconoció sus carencias espirituales y la alentó a elevarse trabajando en sus fortalezas.
Como líder, Débora hizo todo lo que estuvo a su alcance para fortalecer las bases espirituales de la nación, para restaurar el estudio de la Torá en las ciudades y aldeas. Y luego organizó una milagrosa victoria militar para cementar la fe y la observancia.
Débora expreso su liderazgo de la nación judía con la frase: “Yo surgí, Débora, surgí como una madre en Israel”.
Débora dentro de sus diferentes roles de liderazgo, ejemplificó los rasgos de la maternidad:
- Como profetiza, usando su capacidad innata para conectarse con Dios, trajo la palabra de Dios a un pueblo que había sufrido degradación y humillación, elevándolo espiritual y emocionalmente.
- Como jueza/árbitro, educó al pueblo judío para devolverlo a su estatura previa de ser una sociedad recta, una luz para las naciones.
- Como líder alentó a los estudiosos y a los maestros a viajar de ciudad en ciudad reeducando a las masas y transformando su ignorancia y distancia de Dios en iluminación y arrepentimiento.
- Incluso como líder militar actuó como una madre, liderando a la nación hacia la batalla no porque hubiera preferido entrar en guerra, sino porque sabía que eso les daría la seguridad necesaria para funcionar y materializar su potencial, así como un enorme fortalecimiento de la autoestima al ver la milagrosa victoria y concientizarse de los beneficios su relación cercana a Dios.
Débora lideró al pueblo judío durante 40 años, un período durante el cual el país estuvo en paz, libre de molestias de las naciones vecinas. Fue un logro atípico en la historia judía, y pudo lograrlo gracias a sus singulares fuerzas femeninas.
En este tiempo de avances y cambios inmediatos en muchas áreas de la sociedad que se dan a nivel global, las mujeres tienen un enorme reto al acceder a lugares en la política y/o en el gobierno, siendo imprescindible posean una preparación y fortaleza física, intelectual y espiritual sólidos y apegados a la Verdad establecida en la Biblia, para que como Débora sean sensibles tanto a la voz de Dios y como a las necesidades de su pueblo, lo que les permitirá definir la estrategia que logre traer paz y bienestar a las personas; así como a restaurar lo más elemental para que las sociedades subsistan: familias solidas en valores morales, éticos y espirituales que logren cambiar la situación de confusión y caos que permea cada día más a nuestra sociedad y nación.
El Eterno Dios bendiga con sabiduría, fortaleza, inteligencia, ciencia y conocimiento a toda mujer que sienta el llamado para servir a su municipio, estado o nación.
“Cómo desempeñamos nuestro rol es la mayor prueba de nuestro carácter”
Cuando los justos se hacen grandes la gente se alegra, pero cuando domina el malvado la gente se lamenta. Proverbios 29:2
María de los Ángeles Salazar Chávez