LA FAMILIA Y LA SALUD.
LA FAMILIA Y LA SALUD
La familia es un apoyo enorme cuando hay un enfermo en casa. De alguna manera todos los miembros de la misma colaboran en la recuperación total o bien en la adecuada y correcta atención cuando se trata de alguna enfermedad crónico degenerativa o algún evento irreversible en el cual la persona tendrá que contar con ciertos cuidados o tratamiento específico hasta el final de sus días. Que importante resulta el cariño y la atención hacia el enfermo de parte de su familia. Si bien es cierto que la dinámica familiar cambia y hay que reorganizar actividades, horarios, etc. , si todos los miembros de la familia colaboran en mayor o menor grado en ello, habrá de resultar de mucho aprendizaje y madurez para ellos y sobre todo muy reconfortante para la persona que sufre en carne propia la enfermedad o problema de salud. En esta época en la que vemos a nuestro alrededor muchas familias afectadas a causa de la pandemia del covid 19, nos damos cuenta de lo vulnerables que somos y no podemos dejar de reflexionar en lo corta e incierta que es la vida y como las cosas pueden cambiar enormemente de un día para otro. La afectación ha sido en lo económico al tener que realizar gastos imprevistos y en ocasiones considerables para la compra de medicamentos, consultas médicas a domicilio, exámenes de laboratorio, rayos x, etc. Pues aunque se cuente con algún tipo de servicio médico, sobre todo cuando éste es de carácter público, se ha optado por no hacer uso del mismo debido al temor de no recibir una buena y oportuna atención, ya sea por encontrarse saturados o con limitaciones en cuanto a la consulta u hospitalización. También afectación en lo emocional, al existir el temor a que la salud de nuestro ser querido se agrave o incluso llegue a morir, sobre todo por el número considerable de muertes que se han dado precisamente a causa de este virus nuevo; cifras que de manera constante nos dan a conocer a través de los medios de comunicación, predominantemente en hospitales públicos. La enseñanza principal en esta situación es habernos dado cuenta del bien tan preciado que es la salud para la familia y que nunca se está lo suficientemente preparado para afrontar la pérdida de un ser querido. A pesar de que la cultura mexicana se considere muy familiarizada con el tema de la muerte y que incluso se hagan chistes o burlas sobre el tema, el dolor que se experimenta ante ella es profundo y en ocasiones puede prolongarse durante años si no se realiza un manejo adecuado del proceso del duelo. En esto contribuyen factores tales como la falta de capacidad para expresar nuestras emociones ante la misma familia, pues aunque todos están experimentando el mismo dolor, llegan a pensar que no es así y prefieren no hablar sobre el tema ante el temor de incomodar o causar daño a otros miembros de la familia. También influye el cómo hayan sido educados desde pequeños en relación a este tema, ya que muchos padres deciden no hablar acerca de la muerte con los hijos e incluso evitan que éstos asistan a funerales pensando que es lo mejor para ellos. Desafortunadamente algún día tendrán que enfrentarse a ella y puede ser que no se encuentren preparados. Ante el dolor que hoy en día viven muchas familias, ya sea por la enfermedad o la muerte de alguno o varios de sus miembros, el resto de la sociedad no puede permanecer indiferente, por lo que en la medida de lo posible es necesario estar dispuestos a servir como red de apoyo a quien así lo requiera.
Autor:
María del Pilar Puente Torres
Master en Ciencias de la Familia para la Consultoría