UN DISEÑO ESPECIAL “la mujer”.
UN DISEÑO ESPECIAL “la mujer”.
Con respecto a la comprensión de cuán importante es la mujer
para Dios elaboraremos un par de preguntas ¿Quién soy para
Dios? Y ¿Cuál es la asignación que me ha dado como mujer?
Somos creación divina “a imagen de Dios lo creó; varón y hembra
los creó”. (Génesis 1:27) somos un diseño especial; él nos hizo,
nos dedicó el tiempo para formarnos de una costilla y colocar
características de su agrado, que nos favorecen para sentirnos plenas como
mujeres y tener una identidad en Cristo como hijas y coherederas del reino.
La creación de Dios fue una mujer ejemplar con características muy distinguidas
como: sabia, generosa, fiable, llena de gracia, temerosa de Dios, etc. Hemos sido
bendecidas para bendecir a todos los que nos rodean.
Dios nos dio sabiduría para ser equilibrio, dicho de otra manera, tenemos la
capacidad de ser un timón que puede dirigir cualquier situación o problema a una
solución favorable.
Además, tenemos un sexto sentido como se dice coloquialmente; yo le llamaría
discernimiento, pues podemos percibir la aflicción o el peligro que puede existir en
nuestro entorno y accionar de una manera adecuada.
Por otra parte, en los conflictos somos mediadoras por la gracia de Dios debido a
que tenemos una paz que no se puede explicar, pero si se puede contagiar con
nuestra actitud.
Es algo complejo expresar en algunas líneas la importancia de la mujer para Dios y
en la mayoría de las veces es aún más complicado que la mujer entienda el valor
que tiene para Dios; debido a las diferentes circunstancias que han pasado a lo
largo de su vida ya sea maltrato verbal, físico o la discriminación.
Durante toda la historia el engañador de nuestra alma se ha encargado de trabajar
con nuestra mente, sembrando ideas erróneas sobre nuestro desarrollo personal,
lo cual nos lleva a no realizarnos plenamente y perder la fe en Dios; algunas de las
consecuencias serían ser indecisas, no valorarnos, miedo a lo nuevo, tímidas, entre
otros. Es esencial conocer las promesas de Dios para la mujer. “Y ahora, hija mía,
no tengas miedo. Haré por ti todo lo que me pidas. Todo mi pueblo sabe que eres
una mujer ejemplar.” (Rut 3:11). Una promesa hermosa que nos da seguridad, una
provisión generalizada y al mismo tiempo nos eleva la autoestima; esto solo es un
bocado de lo que Dios ha prometido para sus hijas.
El 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer y es algo que se debe
de recordar, pero es importante comprender el valor que Dios nos ha dado y los
detalles que colocó en cada mujer, todas somos diferentes, pero todas somos hijas
de Dios. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo
del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho
valor delante de Dios. (1 Pedro 3:3-4)
En conclusión, somos hijas de Dios, un diseño único y especial, tenemos un valor
incalculable, definitivamente una creación seleccionada con asignaciones y
características especiales para acrecentar el reino por medio de nuestra actitud y
una identidad en Cristo la cual tenemos que perfeccionar día a día.
Somos un diseño especial
Pastora Alma Delia Rodríguez