Ser Maestra por vocación

Ser Maestra por vocación

«Un buen maestro puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor por el aprendizaje.» Brad Henry…

…Y fue eso precisamente lo que sucedió en un momento de mi vida. Tuve la fortuna de tener un gran modelo inspirador que encendió en mi la pasión por la educación y las ciencias. Mi hermana Nerea, maestra de profesión y vocación.

Desde pequeña acompañaba a mi hermana en algunas ocasiones por la tarde a la escuela donde ella se desempeñaba como maestra de primaria, yo la observaba enseñando con la pasión con que solo ella sabía hacerlo, con la dedicación que solamente un MAESTRO puede tener.

Al día siguiente, en mi recámara, por las tardes, yo jugaba a impartir clases a mis alumnos imaginarios, tal como veía que lo hacía mi hermana…yo quería ser como ella.

 Cuando llegué a educación media básica, y en el momento en que el programa indicaba que había que aprender química, llegó a mi salón una maestra apasionada de las ciencias, la maestra Graciela, quien me ayudó a comprender lo maravilloso que era esta asignatura y como formaba parte de nuestras vidas.

Y fue así, que al tener maestros líderes inspiradores y creativos, definieron y fortalecieron mi vocación por la educación y la química. Todo lo anterior me llevó a tomar la decisión de estudiar la licenciatura en química industrial, mi deseo era vivir la experiencia profesional, para finalmente contribuir en la formación de jóvenes preuniversitarios, a través de la docencia, de la enseñanza de las asignaturas del área de ciencias exactas. Sin embargo, no basta tener los conocimientos de la disciplina y tener la buena intención de transmitirlos, sino aplicar la didáctica y la decisión de hacerlo, un maravilloso reto.

La vida me llevó por caminos profesionales en donde finalmente la educación enmarcó los horizontes, donde tocaba el futuro diariamente a través de mis alumnos y de las instituciones educativas que tuve el honor de dirigir, de crecer como persona y profesional, y trabajar en equipo con maestros comprometidos con su labor, de aprender de las valiosas experiencias de enseñanza de los propios alumnos, (porque a veces aprendíamos más nosotros de ellos, que ellos de nosotros) de verlos crecer y partir de las aulas, que una vez los recibieron.

Con el tiempo llegó la mejor recompensa:  reencontrarnos con los ahora hombres y mujeres de bien, profesionales, emprendedores, padres y madres de familias, soñadores e idealistas…seres humanos, para quienes fuimos parte en una etapa de su formación y que quedamos en sus fotos de graduación, en la firma de sus diplomas y en sus corazones.

 Trabajar como docente, coordinador y directora general, me marcó de forma maravillosa, con una huella imborrable que me acompañará durante toda mi vida.

Si bien la vocación es un llamado interior, es trabajar con pasión por una causa específica, es aceptar dejar una parte de ti, en aquél que te da la confianza para ser guiado, entonces con orgullo puedo decir…mi profesión es licenciado en química industrial …mi vocación…ser MAESTRA.

¡Feliz día del Maestro!

 

 

 

Por. Margarita Chavarría Garza, MEd.

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