Una actitud determinante

Una actitud determinante

” Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse” (Daniel 1:3,4,8.)

La biblia menciona un joven llamado Daniel aproximadamente de 12 a 17 años de edad, de linaje real, con educación secular, intachable, decente, impecable, prudente e inteligente. Tenía todos los requisitos para vivir en el palacio; fue uno de los elegidos por Aspenaz para ser adoctrinado con la cultura y el lenguaje de los caldeos. Prácticamente el rey quería cambiar la mentalidad de los jóvenes y que olvidaran sus principios y convicciones que habían obtenido en su vida. En el corazón de Daniel estaba bien marcada toda la educación que había adquirido tanto la secular y la religiosa, por lo cual, su actitud estaba firme en no contaminarse con la comida del rey ni con el vino; no era solo el hecho de compartir bocado sino marcar una diferencia en usos y costumbres, pues era la manera más sencilla de demostrar su identidad como judío y su fidelidad a Dios. Los argumentos que presento: los alimentos no respetaban los rituales del judaísmo, probablemente estaban dedicados a otros dioses y esto implicaba una desobediencia a su Dios. En ese tiempo de cautiverio el negarse a obedecer al rey tenía consecuencias o castigos muy severos y el rechazar su comida era como rechazarlo a él. Un joven que lo podríamos catalogar como un niño por su edad, con una identidad bien definida, solicita sin exigencias el permiso de consumir legumbres y agua. Él sabía que su Dios lo respaldaría y asumió un reto de 10 días. Una valentía que se debe de observar como un acto de seguridad y confianza en su Dios. Es sorprendente el resultado, pues sus rostros se veían más saludables que los jóvenes que habían consumido la comida del rey. Podemos observar que Daniel tenía una actitud determinante; el serle fiel a Dios y no perder su identidad; a sabiendas de las dificultades que enfrentaría y las consecuencias que podrían haber surgido, él nunca perdió sus principios y convicciones. Además, por su firmeza logró hallar gracia ante los ojos de las autoridades. Es necesario que las personas adultas hagamos conciencia de que tipo de educación estamos plantando en la vida de los niños, adolescentes y jóvenes para su formación tanto como ciudadanos y como cristianos; estar con la certeza que van a enfrentar cualquier circunstancia complicada de una manera favorable tanto para ellos como para la sociedad. En el diario vivir los niños, jóvenes y adolescentes se enfrentar con problemáticas o situaciones complicadas como el sexo ilícito perjudicando su nivel afectivo, las drogas que afectan a su salud, los vicios que afectan a su persona ( hay diferentes tipos de vicios), información por medio de las redes sociales no apta para su desarrollo, el rechazo de sus amigos por no seguir sus comportamientos entre otras; estas problemáticas afectan su integridad como persona, como individuo de una sociedad y como cristiano perteneciente a una religión. Es necesario cultivar una confianza plena en Jesucristo por medio de nuestra vida cotidiana como adultos íntegros; enseñarles a meditar en la biblia y acompañarlos a realizar sus oraciones diarias (cuando son pequeños); pues es de vital importancia para su vida, ya que el hecho de tener el conocimiento de nuestro Dios será esencial para la formación de su identidad como hijo de Dios que conllevaría a ser excelentes ciudadanos. ¡ALERTA! Sería un indicador para los adultos. ¡ACTITUD! Seria determinante para los niños, adolescentes y jóvenes. Una valentía que se debe de observar en los niños, adolescentes y jóvenes es la actitud determinante de identidad que demuestran al defender sus principios y convicciones. La actitud determinante de Daniel fue vital para su desarrollo y de esta manera obtuvo grandes logros; los niños, adolescentes y jóvenes tienen un ejemplo a seguir en la vida de Daniel, para de esta manera, reafirmar y defender sus convicciones como cristianos y sus principios como ciudadanos.

Pastora Alma Delia Rodríguez

3 comentarios en «Una actitud determinante»

  • el noviembre 10, 2020 a las 10:03 pm
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    Cuanta razón en este párrafo: la actitud determinante de identidad que demuestran al defender sus principios y convicciones, yo le llamo dominio propio y carácter, es lo que nos debe caracterizar como jóvenes cristianos, qué gusto leerla Hna. Alma y tenerla en la iglesia.

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  • el noviembre 10, 2020 a las 10:05 pm
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    Cuanta razón en este párrafo: la actitud determinante de identidad que demuestran al defender sus principios y convicciones, es a lo que yo llamo dominio propio y carácter que debe tener un joven cristiano, que gusto leerla Hna. Alma y tenerla en la iglesia.

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