Modelo de Viveza.

Modelo de viveza.

María la madre de Jesús una mujer que dejo un legado para la humanidad; una mujer que pudo ver, sentir y cumplir con el propósito de Dios en su vida; una mujer para vivificar su ejemplo en todo ser humano. Una mujer con cualidades muy sobresalientes como la fe, dependencia de Dios, obediencia, compromiso, entre otras. Una mujer que hay que admirar y respetar por su conducta.

A esa mujer le es enviado el Ángel Gabriel a visitarla y le saluda con esta frase: “¡¡Salve, muy favorecida!! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres”; un saludo desconocido para ella, por lo cual se intranquilizo, pero desde ese momento podemos observar que Dios iba a dar una encomienda, se podría decir, un regalo muy especial que cambiará su vida.

Al iniciar su proceso Dios la lleva por encima de las circunstancias; pues tiene que ser una madre adolescente comprometida, demostrar su fe en el Señor y dependencia totalmente en Él. A pesar de tener conocimiento de las consecuencias que podía enfrentar por la cultura de ese tiempo.

Que hermosa frase “has hallado gracia delante de Dios”; Su esencia llego al trono de la gracia por eso Dios puso su mirada en ella, pues era una joven integra, no fue necesario ofrecerle o avisarle de el regalo que nuestro Dios Padre le daría, pues por su conducta le fue otorgado y en su vientre concibió al hijo de Dios, el cual salvaría al mundo.

Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Podemos observar la obediencia absoluta al asumir el compromiso.

Una vida digna de imitar, toda persona tiene su propia esencia y por ende un propósito en la vida, pero la mayoría de las veces debido a las circunstancias que nos rodean, se apodera el temor o la inseguridad y es imposible poder cumplir con nuestra encomienda.

El cumplir con la voluntad de nuestro Señor Jesucristo nos inquieta, pues tenemos a nuestras generaciones que necesitan observar nuestra conducta integra para que sean edificadas y bendecidas.

Como hijos de Dios es necesario creer sin ver, obedecer sin cuestionar y solo confiar, para que Dios cumpla su propósito en cada individuo.

Aprendamos que estamos en este mundo para servir a los demás, apropiémonos de la frase “he aquí tu siervo (a) que Dios haga conmigo como ha dicho” y así asumir una obediencia absoluta a nuestro Creador.

Uno de los ejemplos que nos dejó María, es reconocer la soberanía de Dios, que aun siendo su madre nos dice “«HAGAN TODO LO QUE ÉL LES DIGA». San juan 2:5. Ella sabía que lo que se necesite para cumplir el propósito es ir al Padre en oración y cualquier circunstancia difícil Él nos guiara, pues por medio de su palabra nos dejó un sin fin de consejos y pasos a seguir.

 

En JESUCRISTO se cree, se confía y se obedece para que se cumpla el propósito en cada persona.

Pastora Alma Delia Rodríguez

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