¿CALIDAD O CANTIDAD DE TIEMPO DE ESTUDIO?

¿Calidad o cantidad de tiempo de estudio?

Este ciclo escolar nos ha enfrentado a retos desconocidos a padres, maestros y alumnos. No asistir a la escuela, trabajar las clases desde casa, estar frente a la computadora varías horas y no tener salidas de casa, hasta ahí, parecía que a pesar de todo, se podía llevar a cabo esta aventura de manera sencilla. Pero la experiencia nos ha demostrado que no es así. No es fácil estar frente a una pantalla atendiendo a las indicaciones del maestro mientras en casa hay una serie de distractores. A estas alturas del camino, los alumnos no quieren estar frente a la computadora, los maestros se sienten abrumados por sus clases y por tantas tareas qué hay que revisar y los cientos de mensajes de padres de familia qué hay que contestar.

Y es que además de todo lo anterior se agregan las tareas que se encargan, la confianza que hacen para realizarla y resulta que son altas horas de la noche y no han terminado sus tareas. La escuela perdió su horario, las tareas han perdido su función y podemos ver que para muchos ha sido una situación que los ha rebasado.

Necesitamos estar atentos, para afrontar este ciclo escolar con todo lo que implica, es necesario que los niños aprendan y adopten herramientas necesarias como el trabajo y el esfuerzo para crear buenos hábitos de estudio. Ese aprendizaje, y por tanto el número de horas de estudio, debe ser adaptado al nivel de madurez del pequeño. Pero, ¿cuántas horas deben estudiar los niños según su edad?

Para establecer las horas de estudio de los niños, hay que tener en cuenta como variable más importante nivel de concentración del que disponen.

Muchas veces se les pide a los niños un nivel de atención para el que no están preparados. Ese tipo de atención depende en gran manera de la edad del alumno pero, en realidad el ‘tiempo real de estudio’, lo marcará cada niño según su ritmo evolutivo.

Por lo tanto, es importante que maestros y papás consideren el tiempo de concentración del niño, el tiempo que enfocan su atención a la hora de marcar el tiempo de estudio, de manera que este no sea excesivo y se obtengan buenos resultados:

Aunque no es una generalidad, podemos considerar estos tiempos de atención según las edades de los alumnos:

6 años.- Serán capaces de mantener la atención de 12 a 30 minutos. El pequeño se va acostumbrando a sentarse a trabajar de manera más formal. Con el paso de los años deberá ir aumentando el tiempo de estudio.

7 años.- Su capacidad de concentración irá de los 14 a los 35 minutos.

8 años.- A esta edad el nivel de atención sostenida irá de los 16 a 40 minutos.

9 años.- Los niños de esta edad mantienen la atención de 18 a 45 minutos.

10 años.  Su concentración puede mantenerse desde los 20 minutos a los 50.

A partir de los 10 años. Son capaces de concentrarse durante 1 hora. El tiempo se puede ir aumentando, aunque es necesario hacer pequeñas pausas de descanso. Estas medidas no son rígidas, pero sirven de orientación siempre teniendo en cuenta que es la maduración del niño la que marca los tiempos.

Existen otras variables que afectan el estudio de los niños y que es importante considerar para que se dé un buen aprendizaje y las horas de estudio sean provechosas:

Las emociones. Estar alegre, triste, enfadado, tener miedo ante la tarea… Son estados afectivos que repercuten en la manera de adaptarse del niño a ciertos estímulos. influyen a la hora de entrar en acción. En este caso, estudiar.

La motivación.  Se define como la fuerza que impulsa a una persona hacia la acción para lograr satisfacer una o varias necesidades personales. En este caso, sería esa fuerza que empuja al niño a ponerse a estudiar para conseguir el objetivo de aprobar. Esta fuerza puede provenir de dentro de sí mismo, es decir, lo hace por su propio deseo y necesidad. También puede venir del exterior, es decir, lo hace porque es motivado con algún regalo o premio por terminar.

La dificultad de la tarea.  El tipo de tarea no será el mismo para un niño de 7 años que para uno de 14. Por tanto, requiere distinto tiempo y esfuerzo que dedicar. Así, el tiempo estipulado puede verse incrementado puntualmente

Profra. Nohemí Galván Elizondo

Escuela Normal Miguel F. Martinez

Monterrey

Secretaría de Educación Pública

Maestra

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