Semillas de salud mental

¿Cómo afecta la pandemia la naturaleza social del hombre?

¿Qué cosas buenas nos deja la pandemia?

La relación social es parte de la naturaleza humana, el roce social es lo que hace al ser humano ser humano. Ahora que el contacto con los otros ha sido restringido desde hace poco más de 6 meses, es notorio cómo las personas sentimos la necesidad de convivir con los amigos, familias, hacer reuniones, compartir la mesa. Como que tenemos ahora mayor conciencia de lo disfrutable que es compartir con otros, de estrechar la mano, de dar un abrazo, un beso, un gesto de un saludo más cercano.

De repente el mundo se paraliza y ya no hay cines, restaurantes, tiendas, viajes, hoteles, teatros, reuniones, el trabajo en casa, la comida para llevar, las juntas a través de la pantalla de un dispositivo, etc. el mundo incierto, amenazante y complejo, nos enfrentamos a una situación jamás esperada.

Una vez que pasen estas restricciones de contingencia sanitaria, volveremos más humanos, el aprendizaje está siendo un aprendizaje social, habrá mayor conciencia de la importancia y relevancia de la relación social en la experiencia de ser persona y en el cumplimiento de la misión de ser feliz.

El valor de las cosas por sí mismas caen por su propio peso, los bienes se disfrutan compartiéndolos, no atesorándolos. La naturaleza misma nos abre la conciencia de ser respetuosos con ella, se limpia el cielo, los mares, los ríos, las montañas, parece que la naturaleza vuelve a ser generosa y natural cuando la mano del hombre la deja de estrujar.

Estamos aprendiendo también que se puede vivir sin prisas, la mascarilla nos agita el respirar cuando simplemente estamos caminando, ahora somos mas conscientes de que se puede disfrutar el hecho de respirar, aprendemos que cuando le pones una pausa a la respiración, calmas no solo el cuerpo, sino también, y quizás mas importante aún, le das calma a tu mente agitada.

Estamos confirmando que no gana el mas fuerte, sino el que tiene la capacidad de adaptarse, si te muestras resistente tienes un oponente, hay desgaste y pérdida de energía. Si aceptas la situación, que por sí misma no es buena ni mala, te adaptas y obtienes lo mejor de ti, respuestas de crecimiento ante momentos que se nos muestran adversos.

Entonces, no se trata de cómo va a cambiar el mundo ante una nueva normalidad, sino de cómo vamos a cambiar nosotros para crear una nueva realidad, necesitamos ser más amables, más pacientes con los otros y mas respetuosos con el medio ambiente.

Esta situación nos reta a transmitir a las personas que queremos, que las queremos, qué aún viéndonos poco y de lejos, podemos transmitir nuestro afecto y amor que les tenemos. Es necesario mantener en nuestros seres queridos un espíritu alimentado en el amor.

Decía Ludwig Wittgenstein (Filósofo austríaco 1889-1951): “Los limites de mi lenguaje son los limites de mi mundo”. Si te refieres a la pandemia como lo “peor que ha pasado”, la “mayor tragedia”, “el mayor desastre”, etc. Así la vives.

La pandemia puede despertar miedo y si te posicionas como víctima vas a ver todo amenazante y la vida como fuente de temor, tu mirada no será capaz de captar las oportunidades, aunque estén frente a ti. La pandemia esta despertando retos y oportunidades para ser mejor persona, enfocar más en el ser humano que en las cosas, en lo que sí quieres y no en lo que deseas evitar. Nuestra postura de aceptación nos ayuda a brindar respuestas adaptativas, de cambio y crecimiento.

Finalmente, te invito a que mostremos que la pandemia nos está haciendo más fuertes en recursos personales como la aceptación, la paciencia, la tolerancia, nos está enseñando a valorar el tiempo y los pequeños detalles, “aquellas pequeñas cosas”, como diría Serrat: “que nos hacen llorar, cuando nadie nos ve”. Feliz otoño.