LA MADRE ADOPTIVA

    En los 25 años de práctica como pediatra he tenido muchas mamás sentadas frente a mí. Todas y cada una con esa mirada de interrogación y en muchas ocasiones de angustia ante lo que sus pequeños están presentando por más leve que el padecimiento sea. Su pequeño es esos momentos el centro de todo. Hay una confianza y un apego al tratamiento de sus niños.

A las madres les une un vínculo consanguíneo con el hijo muy estrecho, muy especial difícil de describir, que hace que tengan una empatía por lo que el niño siente y les facilita mucho la detección de signos de alarma de los cuales el pediatra sabe atender  ésa intuición tan especial y tomar muy en cuenta su sentir, sin embargo quiero compartirles la experiencia con las madres que, sin haber ése lazo de consanguineidad, hay un lazo, un vínculo especial un lazo de amor que las hace ser madres del corazón, del alma. Espiritualmente Dios les ha dado un don, especial desde el momento miso que le dieron cabida a ese gran caudal de amor para su pequeño. En ese momento Dios les ha conferido la Maternidad.

Ellas son Benditas, porque sin importar la carga genética de su hijo, forman el alma de esa pequeña persona, y reciben lo que con ellos vienen, tanto alegrías como penas.

Las he visto en el consultorio con sus pequeños con la misma angustia, interrogante y confianza que las madres biológicas.

Para ellas un abrazo muy especial éste DIA DE LAS MADRES